Dime lo que quieres…

Desde que escuché esta anécdota me llamó la atención, porque si bien el concepto no puede ser más cliché, como tal nunca deja de ser cierto, y como en todo cuento, la profundidad de la enseñanza no está en las palabras que lo conforman, ni en las intenciones de quien lo escribe o cuenta: El impacto real tiene que ver con la necesidad de quien lo escucha.

Dime lo que quieres

Escrito por mi y publicado originalmente en Enero de 2008 en Selecciones… Lo mejor de nuestras redes.

Extrañamente en la actualidad se conoce como Síndrome de Diógenes a aquellos casos de personas que rehuyen el contacto humano, dejan sus hábitos de higiene y acumulan basura indiscriminadamente. Sin embargo, el termino tiene su origen en Diógenes de Sinope, filósofo griego, de la escuela de los cínicos.

La escuela cínica básicamente plantea que muchas de las necesidades son impuestas socialmente, y que por lo tanto, aquel ser humano que aprenda a no depender de estas necesidades, sobretodo las materiales, puede desarrollar un sentido de felicidad propio, de manera que, al no depender de cosas para ser feliz, nadie puede quitarle su felicidad.

Así, al contrario que las personas que sufren del Síndrome de Diógenes, el original no acumulaba objetos materiales y antes que el chavo del ocho, fue el primer personaje famoso en dormir dentro de un barril.

Su doctrina queda bien ejemplificada con esta historia:

Se cuenta que Alejandro Magno visitó Corintio y decidió visitar a Diógenes en su barril, al llegar al lugar, soberbiamente le dijo al filósofo:

– Diógenes, pídeme lo que quieras y yo te lo daré.

A lo que el filósofo contestó:

– Quiero que te muevas para un lado, porque me estás tapando el sol.

 

 

Fotografía de cabecera (cc) por: Erminig Gwenn