Nuestra empatía comienza con los iguales: Podemos más fácilmente resonar con aquellas emociones y situaciones que hemos vivido. Alguien que nunca ha sentido un dolor profundamente podrá ser compasivo y acompañar a quien lo siente, pero difícilmente podrá empatizar.
Es más fácil comprender el dolor y la vida de los animales que empatizar con los procesos de una planta, ya que no solo viven de forma radicalmente distinta a nosotros, sino que también viven a otra velocidad y ritmo.
La lenta belleza de las plantas
Escrito por mi y publicado originalmente en C.U.V.A. en Enero de 2012
Parecieran inmóviles, casi inertes a veces, pero simplemente tienen otra velocidad: Movimientos imperceptibles al ojo humano, pero que con el desarrollo de nuestra tecnología hemos podido capturar.
La lenta belleza de las plantas, un sobrecogedor video nos hace volver a mirar, con otros ojos, el mundo vegetal que nos rodea. (6 minutos)
Fotografía de cabecera (cc) por: rageforst